Diez minutos buenos del Valencia son mejores que muchos equipos de Primera, pero...

El equipo estuvo mejor, pudo ganar y pudo perder, pero al menos dio más sensación de competir que en los últimos 4 partidos

Toni Hernández | 05 JUL. 2020 | 00:00
Gonçalo Guedes

Una revolución en el Valencia antes de hora. Así fue el once de Voro ante el Granada. Las bajas condicionaban, como siempre, pero hubo muchos cambios más. De entrada, lo importante era competir, algo que no se había conseguido en varios encuentros. Lo cierto es que los primeros minutos fueron muy flojos por ambos equipos, con los visitantes dando las mismas señales que en los choques precedentes. Pasado el primer cuarto de hora, la nada era una buena forma de definir el choque.

Poco a poco, eso sí, el Valencia fue dando un paso adelante, y dominando un poco más, y a la pausa para la hidratación llegábamos un poco mejor. En el 39, Cillessen hacía una parada brutal a un remate de Carlos Fernández que estaba solo en el primer palo. La más clara hasta el momento. Soldado también podía marcar en el 42, pero su remate iba fuera. Los locales estaban llegando mucho y bien. En el 46, por fin, llegó el Valencia con peligro, con un centro de Gameiro que no fue gol por muy poco. Con el 0-0 se iban los equipos al descanso.

La segunda parte empezaba con el cambio de Jaume Costa por el jugador del filial Adrià Guerrero. En el minuto 48, un esperpento defensivo terminaba con un remate del Granada al palo. Horrible la defensa y el portero, que estaba siendo lo mejor del equipo. Los locales comenzaron mucho mejor, y el Valencia muchos peor, que ya es decir. En el minuto 60, otro horror más defensivo del Valencia terminaba con un claro penalti de Coquelin, que Carlos Fernández convertía en el 1-0. Era más que justo el resultado.

Pero justo cuando más muerto parecía el equipo, una jugada de amor propio terminaba con el gol de Manu Vallejo empatar, apenas 2 minutos más tarde. Voro movía el banquillo, y metía en el campo a Maxi y a Guedes, por el goleador Vallejo y Cheryshev. El equipo se espoleó tras el gol, y empezó a llegar más. Y en el 68 se remontaba el partido con un golazo descomunal de Guedes tras un gran trabajo de Gabriel Paulista. En el 72 podía sentencias Gameiro, pero su remate, sólo ante el portero, fue flojo y extraño. En el 73 podía empatar Soldado, pero de nuevo Cillessen hacía una parada de escándalo.

Pero este equipo está tan mal en muchas cosas, que una falta que iba a la barrera terminaba en gol... porque ésta se abría de una forma incomprensible. Faltaban 4 minutos para el final. Partido de ida y vuelta hasta el final, con ocpiones de ganar para ambos equipos, pero las tablas, para lo que se vio, no son un resultado injusto.