A muerte con el Valencia estos 10 partidos, con el cabreo incluido

Cuando Diakhaby hizo el penalti y Melero lo convirtió en gol, alguna cosa voló en casa, pero eso no quieta que cerremos filas

Toni Hernández | 13 JUN. 2020 | 10:50
El Valencia celebrando un gol

Atacar ahora mismo al Valencia de Celades, con todos mis respetos, es muy poco inteligente. Un equipo, sin sus dos centrales titulares en el campo, se resiente. Cualquier jugador "diesel", después de 3 meses sin competir, se resiente. No me gustó el partido del Valencia, y menos que lo tiráramos por la borda en el 95. Pero "matarlos" a todos, ahora, no sirve de nada. El encuentro no fue bueno, aunque si alguien mereció ganarlo fue el equipo de casa, aunque todos sabemos que sólo con eso no basta. El entrenador hizo todos los cambios pensando en llevarse la victoria, y parecía que en el 89 era nuestra, pero los últimos minutos se jugaron mal, aculamos (que es un pecado capital), y al final Diakhaby cometió 2 errores, el segundo muy grave en forma de penalti, y todo se fue al traste.

La frustración fue la de todos, grande. Incluso me costó conciliar el sueño, algo que no me suele pasar. Veía hervir todos los grupos de WhatsApp de amigos “cagándose” en todo, rajando como bestias a todo lo que se movía, y tuve que hacer acopia de paciencia para no saltar, porque soy un “calent”, y cuando veo cosas que nico me gustan, porque no tienen sentido aunque se tenga razón, me cuesta mucho callarme. Con la edad parece que mejoro, pero no todo lo que debería, para desesperación de mi amigo Quique Grau. Todos eran malos, una banda, sin ritmo, sin alma, muy flojos y un desastre absoluto. No habían pasado 3 meses sin jugar, sin poder siquiera disputar un amistoso, sin haber entrenado de forma extraña y sin que jugáramos sin los dos centrales titulares del equipo.

Celades volvía a ser un inútil porque Diakhaby cometía el mismo error otra vez, y Parejo no se entera de la copla porque sigue siendo un diésel que necesita ritmo. Guedes o Rodrigo no estuvieron a nivel de Balón de Oro y debemos destrozarlos, y Ferran anda pensando en la mona de Pascua. Florenzi no defiende y Gayà no sabe centrar, y Cillessen no para penaltis. Y así podemos seguir, pero yo sólo pienso en ganar al Madrid. Soy raro, lo tengo claro.