20 años del día que sólo estaba en la imaginación de los aficionados del Valencia

“El Valencia, finalista de la Copa de Europa”. Soy de esa generación de periodistas afortunados que tuvo la inmensa suerte de estar en el Nou Camp el día que nos clausificamos por primera vez para el partido más grande del mundo a nivel de clubes. No creo que fuera un sueño, porque realmente esa opción jamás había estado en mi cabeza hasta justo aquel día. Fueron días increíbles hasta ir a París.

Recuerdo el regreso de Barcelona en coche y parar en Mestalla para ver a la gente ya haciendo colas a la búsqueda de una entrada. Estaba demasiado reciente aquella noche antes de la final de Sevilla el año anterior, cuando de repente se abrió todo poco menos que de madrugada. París, el 24 de mayo de 2000, fue un absoluto desastre desde que amaneció. Todo salió al revés aquel día. Mil problemas en los vuelos para los valencianistas, trato distinto a los del Madrid, demasiada euforia como si ya estuviera todo ganado... y lo peor había pasado el día anterior, cuando quedó claro que 2 jugadores estaban lesionados, aunque Cúper los puso a ambos de titulares.

Íbamos sin Carboni además. Nos pasaron por encima, no hubo partido más que 10 minutos. Y toda la segunda parte fue para hacernos a la idea. No tengo un gran recuerdo de aquel día, pero sí, y mucho, de todo lo que nos costó llegar. Y desde luego, mucho más de lo que nos costó volver, con aficionados que lo hicieron hasta dos días después. 20 años de aquello, nada menos que 20 años. Cuando éramos los mejores, no cabe duda de ello.