Quien debe opinar sobre la vuelta del fútbol son los profesionales del fútbol: los demás somos espectadores

Sobre la vuelta del fútbol se ha montado un debate entre gente que no conoce el sector, que no vive de él, que no depende de que se juegue para poder comer su familia. Y estos requisitos, con todo el respeto del mundo, me parecen esenciales para poder ser verdaderamente ecuánime y lógico con todo lo que se diga. Y es que el fútbol es muchas cosas, no sólo Primera y Segunda División. También Segunda B, y hasta Tercera, pero es que de la categoría de bronce del fútbol español sobrevive (que no vive), muchísima gente en este país. Todas las opiniones de técnicos, jugadores, directivos y empleados me parecen respetables, y no todos piensan igual, y tampoco igual que quien suscribe, pero el debate paralelo no me gusta. Tiene demasiadas interferencias, y el mensaje llega muy sucio.

Si ahora mismo me pusiera hablar de cómo deben volver los bares al trabajo, de su aforo, de su condiciones higiénicas, de los costes y de los riesgos, habría gente como mi querido y viejo amigo Jonathan, el dueño del restaurante Don Salvatore en Conde Altea, que me diría, “Toni, y tú, además de comer en mi casa, ¿qué sabes de cómo se gestiona este negocio?”. Y tendría toda la razón del mundo, porque yo, como cualquiera que no esté en la restauración, no sabemos nada sobre el tema. Pues bien, esto en el fútbol no se lleva, no se estila, no está de moda. Estoy del “no es un sector esencial” hasta la coronilla, porque no lo será para algunos, pero para otros muchos sí. Siempre que Sanidad lo autorice, y cumpliendo las normas, ¿quiénes somos todos los que estamos fuera para juzgar la vuelta del fútbol?