El fútbol y los dueños de los clubes: claves para la crisis del COVID-19

Los dueños de los clubes deben salvar el fútbol: Peter Lim, te toca hacerlo con el Valencia. Vamos a un mundo desconodido en todos los sentidos, y el del balón no va a ser una excepción. Seguimos sin saber de cuánto dinero estamos hablando, pero está claro que si se juega, al menos no se perderán los derechosde televisión, que es un procentaje muy alto del total que se factura. Aunque bajarán hasta cero los ingresos por abonos y por taquillas, amén de los planes de activación comerciales, que sin público en los estadios no tendrían razón de ser. Los patrocinadores pueden reducir sus aportaciones, como también sería normal viendo el panorama, y de ese modo, la economía de los clubes quedaría muy tocada, porque los compromisos adquiridos van mucho más allá del 30 de junio de este año 2020.

¿Cuál es la solución? Hay varias, de todo tipo, y sin duda vamos encaminados a una especie de mezcla entre todas. Aunque eso va a generar más desigualdades respecto a Madrid y Bacelona, que son clubes de fútbol y no sociedades anónimas deportivas (igual que Athletic de Bilbao y Osasuna). Se van a reducir gastos, de eso no duda ya nadie, y veremos hasta qué punto le toca a los jugadores, que ya han visto mermados sus salarios este curso. Pero para igualar gastos e ingresos, para equilibrar las cuentas, los propietarios van a tener que hacer ingeniería financiera y "esfuerzos". Esto no es tan fácil como "poner la pasta", algo que aquí exigimos mucho pero no hacemos nunca. Pero lo tendrán que hacer. Ellos sólos o con la ayuda de nuevos socios. Y en ello está, desde hace ya un tiempo, Peter Lim. Saldrá mejor o peor, pero el máximo acconista del Valencia va muy delante en todo esto.