Ese mono de tener un programa de radio que hable del Valencia en los tiempos que corren

Confieso que siento un enorme mono ese hacer un programa de radio hablando sobre el Valencia, como he hecho durante más de 15 años de mi vida. Pero así como en otros momentos ha sido por ese enfado que vive en mí cuando las cosas no salen como todos queremos, cuando tienes claro que los valencianistas sufren porque su equipo no gana, porque se comenten errores o porque todo sale al revés, ahora no, ahora no tiene nada que ver con eso. Los periodistas que se están poniendo delante de un micro cada día, desde sus casas o desde donde pueden o les dejan, para hablarnos del Valencia o de lo que sea, nos están ayudando más de lo que nos podemos imaginar. Después de muchos años he vuelto a consumir radio deportiva local, que por higiene mental y toma de distancia había dejado de escuchar (la nacional nunca la escuché).

Y de verdad que siento admiración y envidia, ni sana ni leches, envidia cochina de la de toda la vida, por esos profesionales que curran todos los días y están al pie del cañón para contar cosas no siempre son agradables, pero al menos abrirnos una ventana fuera de esta rutina de estar metidos en casa viendo las informativos con miedo y poca esperanza. Todo el mundo se ha puesto el mono de trabajo a la hora de hacer buenos los principios de los medios: formar, informar, entretener. Ahora más que nunca siento mono de no estar delante de la “cartxofa”, y al mismo tiempo también mucho orgullo por los compañeros de profesión, amigos o no tanto, que se baten el cobre cada día. Somos un gran gremio, aunque a veces se nos olvide.