Carlos Soler o ser un jugador de club y recibir palos de todos los colores

Su figura será siempre discutida, parece que hasta el día que se retire, pero justo hasta ese momento, será titular con el entrenador que haya

Toni Hernández | 19 MAR. 2020 | 07:00
Carlos Soler

Carlos Soler empieza ya a aglutinar dos bandos muy claros entre aquellos que ven un gran jugador de fútbol y un excepcional jugador de club, y los que pretenden que esté al nivel del Balón de Oro en cada partido y no le pasan ni una. Estamos pues ante un caso extremo, porque lo que se exige al canterano es algo que nunca va a dar, aunque seguro que tendrá partidos brillantes. Pero Soler es un tipo que va a hacer historia en Valencia, por si alguien tiene alguna duda, y que será el típico caso de jugador que es valorado con el paso de los años por una parte de la grada. Jugará con todos los entrenadores que vengan, será siempre de los que más minutos esté en el verde, pero siempre se le pedirá mucho más que a los demás. Y por supuesto, se le masacrará en la misma medida, que esto es un lote completo.

Carlos se ha tirado jugando de centrocampista por banda izquierda muchos partidos. Ni es jugador de banda, ni mucho menos lo es jugando por el costado de su pierna “mala”. La conclusión ha sido que ha brillado poco, aunque en algunos encuentros, cuando ha tenido más libertad para venirse al medio, ha estado mucho mejor. Pero le podemos preguntar a José Luis Gayà qué tal es eso de tener a Soler siempre guardando tus espaldas y tapando las subidas de los extremos por esa parte del campo. Esos aspectos del fútbol que se deciden sin balón, que sólo ven y valoran los técnicos, y que para el gran público nos pasan tan desapercibidos, aunque eso sea terriblemente injusto. Soler seguirá jugando, lo seguirán poniendo, y seguirá generando el debate. Pero con todo, que nos pongan siempre varios como él en el equipo.