Del inicio de un ciclo a la dura realidad

El Valencia cambió por completo en 2017 pero han bastado tres años para comprobar que el club vuelve a llenarse de interrogantes inexplicables

Jose Hernández | 14 MAR. 2020 | 08:00
Mestalla en Champions

El trabajo realizado por todas las esferas del Valencia CF desde 2017 fue muy bueno,por primera vez se crearon estructuras parecidas a las de un club de fútbol de alto nivel y la propiedad asumió su posición con inteligencia, al contrario que en otras épocas Meriton y Peter Lim realizaron una buena labor y se rodearon de los mejores profesionales. Así hay que reconocerlo ya que la apuesta por Mateu Alemany fue todo un acierto. De la misma forma es momento de pedir explicaciones a la situación actual y sobre todo dudar de lo que va a ocurrir en el Valencia en los próximos meses, porque lamentablemente se ha vuelto a andar con pasos de ciego y todo lo ocurrido desde el verano pasado ha sido muy negativo.

La afición se ilusionó con que la Copa del Rey representara el inicio de un ciclo vencedor, algo parecido a lo que supuso el título de 1999. Pero semanas después la propiedad hizo uso de su legítima fuerza accionarial para dar un cambio de rumbo absolutamente innecesario. Poco a poco se está notando la inexperiencia de Celades y muchos jugadores han perdido la confianza en ellos mismos, pero lo más grave es que se desconoce el plan que tiene pensado el club para volver a ser competitivos. Se dispone de una dirección deportiva "fantasma" que a tenor de lo visto tendrá poca voz en los fichajes, y tan solo un milagro deportivo en la clasificación podría apaciguar el temporal que se avecina. El ciclo ha durado muy poco y la entidad ha retrocedido al pasado; a los mismos errores del pasado.