La planificación deportiva del Valencia 19/20 y las leyendas urbanas

Nadie dijo el 1 de septiembre que esta plantilla fuera peor que la del año pasado, nadie, aunque ahora resulte que no está bien hecha...

Toni Hernández | 13 MAR. 2020 | 08:00
Jasper Cillessen

“La planificación deportiva del Valencia 19/20 fue un desastre y ahora estamos pagando las consecuencias”. Cuando las cosas van mal aparecen más adivinadores que flores en primavera. Y eso es algo que no se puede detener, pero sí al menos se puede analizar y comentar, porque aquí libre de pecado no hay nadie. Todos tienen su parte de responsabilidad, y después están los factores del fútbol, que cuando te ayudan es que lo has hecho muy bien, y cuando no es que eres un desastre. Y para nada dependen de ti. El verano fue duro porque no había sintonía entre la propiedad y la dirección deportiva. ¿La razón? Eso es que lo que quiero que alguien salga a explicar de una vez, pero vamos a la versión oficial, así nos salimos poco del guión.

Se quería de un delantero por Santi Mina y llegó Maxi Gómez. Se quería la propiedad de Cheryshev y se pagaron 5 millones al Villarreal. Se quería un cambio de porteros (porque se quería, ¿no?), y se cerró el “trueque” Cillessen-Neto. Se quería a Denis Suárez y se quedó Ferran Torres. Se quería a Rafinha y se quedó Kang in Lee. Se lesionó Piccini y llegó Correia. Se sacó a Lato y se trajo a Jaume Costa porque fallo Dídac Vilà. Faltaba un central y se consensuó Mangala. El 1 de septiembre NADIE decía que la plantilla del Valencia fuera peor, ni el propio Marcelino, que aún era el entrenador ese día. La planificación es mala, ¿porque se te lesiona el central titular el 1 de febrero? Si vamos a hacer análisis, hagámoslos, pero con criterio, no con mala baba y buscando culpables y sangre por encima de soluciones. Aunque eso no va a pasar, ya lo sabemos.