La dignidad del Valencia y del periodismo deportivo

No comparto que el club vete a nadie, yo mismo lo he sido, pero tampoco puedo estar de acuerdo con calificar una gestión a base de insultos

Toni Hernández | 04 MAR. 2020 | 07:00
Mestalla

El Valencia me vetó cuando era periodista de radio y televisión. De eso hace ya unos cuantos años, aunque el recuerdo sigue amargo en la cabeza. Fue el Valencia de Juan Soler, por cierto, para todos aquellos que dicen ciertas cosas. Recuerdo una noche en Valencia Te Ve esperando a nuestro invitado. Estábamos en la puerta mi querido Carlos Lobo Diarte y yo aguardando al Pipo Baraja. Al bajar del coche nos dice que ha recibido una llamada “de arriba” diciendo que no entre en el programa o le multarán. Nos dijo que la multa le daba igual y que él hacía la entrevista. La adoración del Pipo al Lobo superaba lo imaginable. Pero decidimos que no forzábamos nada y que tampoco se ayudaba a nadie montando un show. Cada uno es muy libre de gestionar estas situaciones como quiera.

Nadie de los medios se solidarizó, lo mismo que cuando ocurrió con Pedro Morata no hace tanto, o también con mi maestro, Julio Insa. En distintas épocas, con distintos presidentes, por diferentes motivos. A Julio y a mi nos querían callar porque contábamos verdades muy incómodas con datos en la mano, pero jamás fue por insultar a nadie. El Valencia se equivoca vetando a un periodista, Héctor Gómez en este caso, desde todos los puntos de vista. Lo convierte en mártir y da la sensación de poco aguante ante la crítica. Pero un periodista jamás puede llevar la crítica al tema personal y menos con descalificaciones de cierto tipo. Todos pierden, nadie nada, ni el Valencia ni el periodismo. Nadie tiene razón y todos la tienen. Y ese es el gran problema.