A algunos no les gusta, pero el Valencia depende de Dani Parejo, no lo olvidéis

Todo pasa por el capitán, por sus botas, por su fútbol y por su cabeza, no podemos cabrearnos más veces respecto a esta cuestión

Toni Hernández | 28 FEB. 2020 | 07:30
Dani Parejo

Nunca he sido de Dani Parejo. De hecho, hasta hace poco más de año y medio, le tenía hasta cierta ojeriza. Es un de los pocos casos que recuerdo en el que un futbolista me ha ganado por lo personal y no por lo futbolístico. Cuando detectas a alguien con sentido de pertenencia en el Valencia, al menos eso me pasa a mi, es como si sintieras una debilidad que te hace mirarlo con otros ojos. Y en el caso de Parejo, cuando lo haces, empiezas a descubrir un futbolista extraordinario, irregular en los 90 minutos siempre, pero con los puntos y momentos de calidad adecuados para que siempre te salga a cuenta tenerlo sobre el terreno de juego. Es posible que siempre haya sido igual, pero yo lo he descubierto de manera reciente.

Y es por eso que tengo claro que estamos en sus manos. Y que esa jugada del pasado sábado en Anoeta, cuando se lanza a regatear a toda la Real Sociedad él solo sin levantar la cabeza, es fruto de la frustración que tiene por no poder aportar ni dar más al equipo. Esa jugada es el Valencia ahora mismo, y esa jugada la protagoniza Parejo. La diferencia está en él, en lo bueno y en lo malo, y ahora mismo debemos pedirle esa media hora mágica que da en casi n cada partido para ganar al Betis. En definitiva, pedir que se hable un poco más de fútbol, que menos es casi imposible, porque es lo que al final nos gusta a todos... o eso es lo que debería ser, ¿no?