Si queremos matar a Peter Lim y su proyecto de Valencia, ¿podemos esperar unas semanas?

Para prenderle fuego a todo, que se aprecian demasiadas ansias más que ganas, podemos esperar a estar fuera de todo, ¿o no os aguantáis?

Toni Hernández | 25 FEB. 2020 | 07:30
Lim go Home...

En Valencia hay muchas ganas de matar a Peter Lim y su proyecto de club. Que sí, lo tiene, aunque no nos guste, que ese es otro tema, o aunque no lo compartamos porque no hace lo que nosotros le queremos ordenar, que es lo que ha pasado aquí toda la vida. Y llevamos con esa inercia casi desde el día que el dueño entró por la puerta. El primer curso, con Amadeo Salvo en la presidencia, se tuvo que hacer el silencio porque el equipo hizo Champions. Pero a partir de ahí, el acoso y derribo fue descomunal. Encima se tomaron decisiones que se demostraron caóticas durante dos años, lo que hizo al Valencia termina en ambos curso en la 12ª posición de la tabla, y un año incluso mirando al descenso muy de cerca.

Cuando se tomaron otras medidas y se contrató a otros profesionales, Mateu Alemany (al que se miró con recelo porque no era de aquí y algunos querían meter “al suyo”) y Marcelino García Toral, que no fue bien recibido por el entorno porque entre otras cosas había rechazado al Valencia otras veces, fue como si pasara un ángel. Salió bien y fue fruto de la casualidad, claro, porque los que ahora quieren hacer volar por los aires el año quizá eran los mismos que clamaban por la salida del asturiano en enero del año pasado, y si era acompañado del balear, mejor. Que sí, que todo eso se ha dicho aquí, no os hagáis los tontos hombre. Y digo yo, que para quemar la falla, siempre se puede esperar al final, que el resultado va a terminar siendo el mismo.