Sin defender no puedes ir a la Champions League

El Valencia no fue a jugar los octavos de final de la Champions League contra el Atalanta sin defensas. Al menos no sólo sin los dos centrales titulares. Fue sin defender ante uno de los equipos que mejor ataca de Europa. Y eso se paga con una sangría atrás que no se puede soportar. Por mucho que tu llegues al marco contrario, y mira que la Atalanta da facilidades para ello, o tienes una efectividad descomunal o vas a sufrir de un a manera terrible. El partido fue lo que todos suponíamos que iba a ser, aunque siempre se confía en que tu equipo haga algo inesperado en clave positiva, y en San Siro era defender bien, evitar que ellos jugaran su fútbol alegre y directo, conduciendo y llegando como aviones al marco contrario.

Había que generar peligro en el área rival, había que intentar defender lejos de la portería propia, porque esa la manera de mantener fuera de la zona de peligro a esa jauría de lobos que son los italianos cuando juegan hacia arriba. Pero se hizo todo mal en ese sentido, y además ellos tuvieron un porcentaje de acierto alto para las que llegaron, pero es que fueron tantas y tan fáciles, que en ocasiones era más tiro al pichón con Jaume que un partido de Champions League. No se podía hacer peor algo básico para una competición como esta, en la que si no tienes a los mejores del mundo en la vanguardia, tienes muy pocas opciones de poder hacer algo importante. Se trataba de defender bien, más allá de los defensores sobre el campo.