Peter Lim, las decisiones deportivas y el Valencia 2020

Todo lo bueno y lo malo que le pase al Valencia depende única y exclusivamente de Peter Lim. Hoy y siempre, que nadie haga la mítica de estos años, que cuando las cosas van bien el dueño no pinta nada, y cuando va todo al revés es sólo culpa suya. Siempre, y siempre es siempre, depende de él, en todos los contextos. Y si ahora el Valencia tiene un problema con esta plantilla, que ha sido muy fuerte y ha mandado mucho gracias al crédito ganado en el campo (que me parece muy bien), la culpa es por supuesto de Lim. Él ha decidido no sacar a ningún pesado del vestuario, a pesar de los intentos con Rodrigo (que eran 60 o no era, y con el OK del jugador siempre), es el responsable de traer a Correia, que se ha demostrado un fracaso en el corto plazo, y de que ahora haya muy poco margen para poder firmar un central del nivel de Garay, que costó en su día más de 20 millones de euros.

No voy con segundas, voy con un discurso claro: el dueño es el máximo responsable. Y lo digo y lo remarco ahora, que estamos viviendo el peor momento del año, con muchas dudas y muchos miedos. Porque si todo se revierte, que ojalá, Lim será también el culpable, lo mismo que si terminamos pegándonos un guarrazo histórico y no llegamos ni a Europa League. Y no se trata de confiar o dejar de hacerlo, al final eso pasa y deja de pasar cuando se gana o se pierde. Se trata de que es el propietario del Valencia porque pagó más dinero que nadie. Critiquemos hasta cansarnos, pero no olvidemos dónde estamos ni la razón, que se olvida muy rápido.