"En el Valencia de Peter Lim no hay proyecto": ¿por qué?

"En el Valencia de Peter Lim no hay proyecto”. Es una frase que llevo escuchando y leyendo desde que Mateu Alemany salió del club, o para ser más exactos, desde que se atisbó que eso podía suceder, allá por el ahora lejano mes de agosto. Y eso que el ex director general del club, en su rueda de prensa de despedida, dijo en numerosas ocasiones la frase “las decisiones finales en el Valencia las toma siempre Peter Lim”. Es decir, si el dueño dice que algo se hace, se hace, y al revés. Y eso no ha cambiado, de hecho no cambió tampoco con Alemany y Marcelino García Toral. Vuelvo de nuevo a la cuestión original: “por qué en el Valencia de Peter Lim no hay proyecto”. Porque todo sigue supeditado al mismo método, al mismo funcionamiento, a los mismos órganos de control. ¿Qué razones tenemos para atosigar de este modo todos los días, poniendo todo en duda?

La sensación que se termina generando, y es muy molesta y tengo claro que no es la realidad al 100%, es que hay ganas de que el Valencia se estrelle para poder enarbolar la bandera del “yo tenía razón”, porque eso está por encima. Es como si cuando el equipo gana un partido o toma una decisión correcta, hubiera un sector al que no le viniera bien, porque eso no les ayuda al relato catastrofista de todo lo que pasa. En el Valencia hay un proyecto, por supuesto que sí, aunque otra cosa es que no nos guste o no comulguemos con quien lo ejecuta, que ese es otro tema muy distinto. “Hay plantilla pero no hay proyecto”, es como se suele finiquitar este asunto. Lo primero es innegable, lo segundo hay demasiada prisa y ansias porque sea así.