Alegría contenida en una noche para aprender

Por suerte el Valencia salió vivo de León, pero la noche pudo terminar de la peor forma y el equipo dio muy mala imagen ante un conjunto de segunda b

Jose Hernández | 30 ENE. 2020 | 08:00
Gameiro

Un año después de la mágica noche ante el Getafe el Valencia volvió a regalar una noche feliz a su afición pero cargada de sufrimiento. La tanda de penaltis decidió un choque dramático y Jaume Doménech volvió a estar estelar en los lanzamientos de penalti. Sin embargo, la lectura del choque no puede ser positiva ya que el Valencia volvió a ofrecer una imagen muy pobre al igual que en anteriores encuentros. Las piernas pesan demasiado y es cierto en la tarde de ayer había un rival extra motivado, tampoco el campo estaba en las mejores condiciones. No obstante, un equipo de una categoría tan baja nunca debería plantear tantas complicaciones al Valencia, la actitud y el acierto no tuvo nada que ver con lo ocurrido el pasado sábado ante el Barça.

Es un partido para reflexionar ya que de aquí a final de temporada el Valencia jugará en este tipo de campos, frente a rivales de la parte baja que plantearán dificultades y que pueden hacer daño tal y como hizo el Mallorca. Afortunadamente el Valencia salvó los muebles gracias a un Jaume en gracia, al portero de Almenara no le tembleron los nervios y tampoco a los lanzadores. Fue la nota alegre de una noche de sufrimiento en la que los de Celades generaron muy poco fútbol y se vieron carencias en jugadores importantes que ayer no estuvieron a su nivel habitual. El Valencia está a solo tres partidos de plantarse en otra final, la suerte esta vez sonrió a los de Mestalla.