Siempre uno de los nuestros, orgullo de capitán

Jaume Domènech, capitán del Valencia, uno de los nuestros, siempre. No puedo escribir esto como periodista, porque el sentimiento es otra cosa, y lo hago como valencianista, pero sobre todo como amigo de alguien que es muy grande, que se merece todo lo bueno que le pase, y que tiene un amiga de 5 años que le adora, como él a ella, que es mi hija. No soy imparcial, no lo soy y no me da la gana serlo. No hablo de fútbol, no lo pretendo, no soy el entrenador ni quien debe elegir al portero titular del Valencia. Sólo digo que jamás se me ocurriría matar a ningún tipo honrado que se pusiera esa camiseta. No conozco a Cillessen, pero si a Jau, y si tengo algo claro es que cuando salta con ese escudo al pecho lo hace con todo lo que tiene, y todo es mucho, os lo puedo asegurar.

Es el tipo con la cabeza mejor amueblada que ha visto en el fútbol desde hace muchos años, con una fortaleza mental a prueba de muchas bombas. Cada cosa que ha conseguido en el Valencia le ha costado sangre, sudor y alguna lágrima, pero ahora mismo es el portero titular, sin Parejo es el capitán del equipo, y es uno de los líderes del vestuario. Y sobre todo es uno de los nuestros, en los días buenos y en los días malos. Y en estos últimos es cuando más sufre un valencianista que tiene la suerte de ser cancerbero del equipo de su vida. Las paradas de la segunda parte las celebré como si fueran los goles de Maxi, porque valen lo mismo. Porque eres mi amigo. Porque te mereces que te pasen cosas buenas.