La deuda pendiente de Gabriel Paulista

Si quiere, es uno de los mejores centrales de la Liga, pero además de dominar el juego debe dominar sus instintos, como él mismo ha reconocido

Toni Hernández | 04 ENE. 2020 | 09:30
Gabriel Paulista

"No tendría que haberlo hecho. Me calenté y vi una roja justo en un córner en el que podían empatarnos y tirar a la mierda el trabajo del equipo. Tengo 29 años, no soy un niño, no puedo calentarme por tonterías. Sirve para aprender”. Las palabras son de Gabriel Paulista estas navidades sobre su expulsión el día del Ajax. Si soy sincero, le dije de todo en aquel momento, porque a varios amigos les digo hace tiempo que el central brasileño es bueno, muy bueno, pero que tiene cortocircuitos que no se pueden permitir en un jugador que tiene sus tablas. Gracias a Dios, en ese córner no pasó nada y nos pudimos clasificar para los octavos de la Champions, pero más que un hecho aislado, lo que se debe corregir en la forma de actuar.

Que Paulista reconozca de forma pública y abierta su error es muy importante. Se podría haber escudado en que no le agrede de verdad, en que el futbolista del Ajax exagera, que llevaba un buen rato repartiendo estopa y provocando. Pero ahí saca de verdad esos 29 años para ir al problema de cara y tener claro dónde falla. Confieso que ese gesto es con el que me ha ganado, que lo miraba con cierto ojo inquisidor no sin parte de razón por esas desconexiones y por esas lagunas puntuales en el juego que costaban muy caras. Lo segundo lo ha corregido este año de forma importante, y lo primero simplemente no se puede repetir. Tiene esa deuda pendiente, y sólo se puede pagar en el verde con rendimiento máximo en cada encuentro.