Lo más importante del Valencia 2019: Marcelino García Toral, cuando no sabes gestionar el éxito

Marcelino García Toral tenía todo para ser un entrenador del Valencia a la altura de Rafa Benítez. De hecho es el mejor que ha pasado por Mestalla desde el madrileño, y eso ya son 15 años. Era el técnico perfecto cuando vino en 2017. Hizo un gran trabajo llevando de nuevo a la entidad a la Champions League, sacando la mejor versión de tipos como José Luis Gayà, Rodrigo Moreno o Dani Parejo, que tan en duda estaban cuando llegó, y que con todo lo que le trajeron, una inversión de casi 300 millones de euros en fichajes, fue trazando el camino para volver a estar entre los más grandes. La final de Copa del Rey de Sevilla contra el Barcelona ya es leyenda, y eso no se lo va a negar nadie. De hecho no se hace, a pesar de que algunos vean fantasmas por todas partes.

Pero Marcelino pecó de soberbia, y de alguna otra cosa más. Y eso en el fútbol es peligroso, como en la vida. Porque cuando tu retas a tu jefe a nivel público, cuando le echas un pulso en toda regla, normalmente lo vas a perder. Lo que ocurrió en el entorno de Marcelino desde que terminó el curso pasado es para escribir un libro, porque se filtraba todo de una forma asquerosa, con detalles internos que sólo deben quedar dentro, y dejando al Valencia, al club, como la chata. Se puede decir que forzó su despido, que pudo ser antes, pero Lim decidió que fuera después de 3 jornadas de Liga. Su paso en el Valencia queda para siempre, lo mismo que la sensación de que pudo y debió ser mucho más… pero que él “no quiso”.