La nueva cara del valencianismo

Los problemas comenzaron este verano con la anunciada salida de Mateo Alemany, tras ganar la copa cambió el modo de proceder en los despachos y Alemany recibió nuevas órdenes que serían el preámbulo de su despido. Pero la gran bomba llegó con el cese de Marcelino, la propiedad tomaba esta drástica decisión con el campeonato ya iniciado y el entorno valencianista se convertía en territorio comanche. La gran mayoría apoyaba al técnico asturiano, pero también salieron algunos defensores de Meriton que aplaudieron la decisión de Peter Lim. No ayudó el hecho de que Anil Murthy mandara callar a la afición en lo que fue un gesto torpe y totalmente fuera de lugar. Y en medio de la toñrmenta, Albert Celades se dedicó a trabajar mucho y asumir poco protagonismo. Convenciendo a una plantilla que a día de hoy está más unida que nunca.

La clasificación a octavos de la Champions ha sido un bálsamo. Afortunadamente las comparaciones entre el técnico catalán y Marcelino son cada vez menos numerosas, una gran noticia. El asturiano hizo un gran trabajo pero es historia, y ahora el Valencia afronta el futuro cargado de ilusión ya que hay que reconocer que la situación es buena aunque no idílica. Hay que mejorar en La Liga pero la Champions está muy cerca. Por supuesto, es necesario recuperar a los lesionados y no temer a acudir al mercado invernal ya que a partir del mes de enero el calendario no ofrecerá tregua. Pero en solo tres meses la cara del valencianismo ha cambiado pòr completo.