Un Valencia lleno de valencianos que sienten el escudo: un sueño húmedo

Un Valencia lleno de valencianos que sienten el escudo: un sueño húmedo. Es así, no le demos vueltas. Llevamos toda la vida aspirando a tener una situación como este, un orgullo como este, una recompensa al trabajo enorme de mucha gente ese esta magnitud. Con Jaume Domènech, José Luis Gayà, Carlos Soler y Ferran Torres sobre el campo, teniendo a Esquerdo y Gozálbez en el banquillo, el equipo tocó el cielo de la Champions League en un de los campos más difíciles de Europa, en uno de los grupos más complicados que había en le competición, y llenó de orgullo a cientos de miles de valencianistas que se frotaban los ojos, algunos con lágrimas, comparables a las que se derramaron en Sevilla hace unos meses. Hacer historia nunca es fácil, y esto es historia de la legendaria.

Es espectacular lo que estamos viviendo, lo que estamos sintiendo, lo que llevamos experimentando en un año del Centenario que queda ya en la memoria de todos como uno de los más grandes de la historia. Porque la gran mayoría, ojalá fuéramos todos, hemos entendido que el club está por delante de todo y de todos, que no se ha de ser de personas sino de la institución, y si encima tenemos la enorme suerte de ver gente de casa por todas partes y siendo clave, es que no podemos sentir más alegría. Y luego tipos como Parejo y Rodrigo, que ya son de aquí por muchas cosas. No sabemos lo que vale esto y lo difícil que es de conseguir. Disfrutemos mucho, que no pasa siempre y no dura eternamente.