La actitud de todos los que formamos el Valencia

El pasado domingo fue muy duro, por el resultado y por las faltas de respeto, y se nos olvida que este es el equipo de todos, siempre

Toni Hernández | 29 OCT. 2019 | 23:00
Mestalla

La actitud de todos los que formamos el entorno del Valencia es tan importante como la de los jugadores o el entrenador, eso es algo en lo que reparamos poco, muy poco. El domingo por la noche volví a sentir mucha vergüenza por muchas cosas. Primero por lo que veía en la televisión, la impotencia de un equipo que se venía desbordado y rozaba el desquicio por lo que ocurría en el transcurso del encuentro. Y segundo por la mofa con retranca de mucha gente, que poco menos que parecía alegrarse por una derrota que por momentos tuvo la pinta de ser muy dolorosa si Osasuna llega a estar un poco más acertado cara a puerta. Las bromitas de algunos son grotescas, pero por delante va el “yo tenía razón” y el tomarse las cosas con humor… valiente panda de hipócritas que llevan haciendo dramas hasta con que salga un día nublado.

No sabemos leer que el aficionado del Valencia sufre cuando pierde su equipo, y que todo lo que rodea al mismo pesa, para bien y para mal. Se pueden analizar mil factores del juego, pero la falta de respeto y la inquina personal no pueden ser por principales argumentos a la hora de hablar del equipo. Nos hemos tirado 15 años echando de menos de Rafa Benítez, siendo un craso error, y ahora todo se compara con Marcelino, que es otro fallo garrafal. Ninguno está ya, no aportan ni restan, simplemente son pasado y no ayuda tenerlos siempre en la cabeza y en la boca. Ahora este equipo necesita que el entorno los arrope, los proteja, los mime. Porque corremos el riesgo de irnos por la taza del water, y por ahí se iría el Valencia, el de todos, no el de Lim, el Marcelino, el de Mendes o el de Celades, que somos muy obtusos para no llegar a verlo.