Utilizar a Celades para pegar palos, muy feo

Albert Celades es el entrenador del Valencia, no un arma arrojadiza, y eso es algo que no parte del entorno no entiende, y lo está usando, su figura, que no a él, para lanzarle más bombas a la propiedad del club. Esto es una guerra, un show, y hay que tener claras las reglas: aquí no hay reglas. Por eso hemos pasado por la fase en la que Celades era una marioneta, un vendido y hasta poco menos que un traidor por aceptar el banquillo del Valencia en sustitución de Marcelino, y nos encontramos en la que el técnico está harto (lleva un mes) de cuestiones extra deportivas que se le están achacando, cuando lo único que ha trascendido, y tienen intra historia, es el despido y la readmisión de un readaptador. Pero si dotamos de mucho drama a todos, podemos conseguir el objetivo, no cabe duda.

Celades es un tipo tranquilo, y los que le conocen dicen que buena persona. No tengo el gusto todavía, pero da el perfil. Y sin duda tiene pinta de llegar a ser algún día un gran entrenador, y ojalá sea aquí en el Valencia, que sería una gran noticia. Y como con él nos toca sólo hablar de fútbol y todavía quedan rescoldos de la pasada época que pueden provocar algunas brasas que generan problemas, se usa, no pasa nada. Celades quiere tranquilidad y poder trabajar, no enfrentarse con nadie, porque es un tipo sensato. Y tiene claro que el proceso de adaptación total a la nueva situación lleva su tiempo. Y también empieza a tener claro que aquí no se lo va a poner fácil casi nadie, aunque cuenta con lo más importante: su plantilla.