Querer al Valencia

Reflexionemos sobre lo que realmente significa esto, sobre lo que es, y pensemos en lo que nosotros, como aficionados, estamos haciendo o dejando de hacer

Toni Hernández | 05 OCT. 2019 | 09:56
Afición del Valencia

Querer al Valencia. ¿Qué es eso? Sinceramente, y en los tiempos que vivimos, no lo sé. Antes de empezar, y dejando clara la posición, que parece que haya que hacer esto siempre: el Valencia debía haber apoyado la iniciativa de Cañizares y su esposa para la fundación “El sueño de Vicki”. Y él debería haber tratado todo de forma interna, si lo que de verdad queremos es que se haga. Aquí han actuado mal todos, y todos son todos, y espero que todos aquellos que ahora ponen el grito en el cielo hayan hecho ya su donativo para esta Fundación, que es muy sencillo y rápido a través de internet. En resumen, servidor hubiera apoyado sin fisuras el proyecto y no le hubiera dado publicidad negativa por detrás. Porque está claro lo que venía después.

Estamos ante la situación social más desagradable que recuerdo en muchos años, no la peor ni mucho menos, que aquí hay mucho advenedizo que se cree que lo sabe todo y no, no lo sabe. Pero sin duda es un punto crítico porque la sociedad actual vive metida en las redes sociales, creando una realidad paralela, y los debates ya no se tienen cara a a cara, sino en twitter, donde se dan clases de superioridad moral, se hacen cazas de brujas, se decide quién es bueno y quién es malo y se señala de una forma lamentable. Esa sólo es una parte de la vida, que además depende de un botón, el del móvil o el ordenador, que si lo aprietas para pagar lo hace inútil.

Querer al Valencia era no haber vendido las acciones en su día a 600 euros para pagarse unas vacaciones. Querer al Valencia era haber sido conscientes con lo que éramos, una SAD, y no con lo queríamos ser, un club de fútbol. Querer al Valencia es intentar arreglar los trapos sucios en casa y no airearlos en busca de sacar tajada. Querer al Valencia es ir a Mestalla a animar a tu equipo durante el partido, y si quieres decir lo que te dé la gana antes y después, adelante, hasta que sangre la garganta. Querer al Valencia no es ser de un bando y jugar una partida por tus propios intereses, porque los generales van por delante de los tuyos. Querer al Valencia es sentirlo, es conocerlo, y cada uno lo hace a su manera, pero hay algo que debe primar siempre por encima de todo: el respeto a quien no lo ve como tu. Y eso, ahora mismo, está muy lejos de suceder.