Mestalla, sólo fútbol, a muerte con su Valencia

Cuando todo es "normal", cuando no se piensa en nada más que lo realmente importante, no hay quien pare a este equipo perfecto

Toni Hernández | 25 SEPT. 2019 | 21:05
El Valencia celebrando un gol

Mestalla a pleno pulmón, animando a su Valencia a muerte, sin fisuras, sin nada que pueda perturbar esa unión indisoluble entre los que sienten esto como si fuera su vida, porque es su vida, y los que se deben echar a un lado cuando la fuerza de la pasión los arrasa. El domingo contra el Leganés pasé vergüenza en el estadio, no porque se criticara a nada ni a nadie, la pitada final, con el partido ya terminado y su pañolada, me pareció lo más adecuado. Perfecto, porque cuando se juega al fútbol se juega al fútbol, y lo demás son guerras que son interesan a pocos, aunque alguno no lo crea. Pero Mestalla no se puede mancillar, no se puede ensuciar su papel en el devenir del club pidiendo cosas raras. Porque el que ha ido desde que lo parieron, el que lo tiene por su segunda casa, puede estar más o menos contento o cabreado, pero que gane su equipo está por encima de todo.

Y todo significa presidentes, entrenadores, dueños y el que pase por allí. Nuestra butaca de Mestalla, nuestro sitio, es lo más grande que hay en el mundo, y es sagrado, es intocable. Mestalla animó al equipo cuando peor lo estaba pasando, porque en ese momento lo necesitaba, y lo hizo sin parar a y pulmón abierto, echando humo las palmas. No hubo paso a nada más, porque lo demás no es importante durante los 90 minutos que juega mi equipo, porque ganar no es una opción, es lo único en lo que todos debemos pensar. Olvidamos demasiado pronto y demasiadas que somos el mejor estadio y la mejor afición del mundo… cuando tenemos claro lo que tenemos que hacer, y lo hacemos.