La realidad de un club llamado Valencia, se quiera o no se quiera

Lo único que ha quedado claro es que este Valencia NO se parece en NADA a lo que hemos conocido. El único que manda es Peter Lim, nadie habla con Peter Lim y nadie sabe qué piensa Peter Lim y lo que va a hacer. NADIE. Y que hay bandos a los que sólo les importa tener razón. La reflexión la compartía servidor en las redes sociales, pero es algo de lo que llevo hablando tiempo, porque lo ocurrido en las últimas semanas es como mínimo para sonrojarse. Y es que la expresión “Lim hace esto, o lo otro, o piensa aquello o decide esta cosa o la otra”, se han prodigado como si fueran caracoles después de un buen chaparrón, y eso, como mínimo, hace que nos tengamos que cuestionar muchas cosas.

Nos revienta por dentro y por fuera que mande un señor con el que no se puede hablar, al que no se puede llegar, que es totalmente inaccesible, y que encima habla con muy poca gente en Valencia, y muy poca son 2, que le son totalmente fieles y que salvo en algún caso que incluso me da que está “controlado”, no dicen absolutamente nada. Cuando digo “controlado” es que cuentan lo que se quiere que se sepa, que es algo también bastante inteligente. Ese Valencia es otro, no es el que hemos tenido hasta ahora durante décadas, y eso nos fastidie con J de forma enorme. Vamos pedidos, esa es la verdad, damos palos de ciego y los filtradores hacen su agosto porque son lo mejor que se tiene… aunque se tenga claro que muchos pintan cuadros.