Rodrigo Moreno, su traspaso y el Valencia de Champions League

El internacional español de origen brasileño pudo decir adiós a su periplo en Mestalla, y lo cierto es que se ha agrandado tanto su figura que perdemos la perspectiva

Toni Hernández | 24 AGO. 2019 | 22:36
Rodrigo Moreno

Rodrigo Moreno pudo jugar en Balaídos sus últimos minutos con la camiseta del Valencia. Se quedaba en el banquillo al comienzo contra el Celta de Vigo, algo casi se podía considerar como normal después de los últimos días y el encuentro contra la Real Sociedad. Pensar incluso que podía estar vendido y que por eso no salía de inicio. La primera parte era gris, espesa, pero sinceramente, con Rodrigo sobre el campo se han jugado unos primeros 45 minutos iguales o peores incluso estos años con Marcelino García Toral, pero hay demasiada sed de sangre, de tener razón, de buscar más conflictos de los que obviamente hay abiertos y que ya no tapa nadie. Con todo y con eso, el equipo se podía haber ido al descanso con empate, pero el larguero evitó el gol de Wass. Que Rodrigo entraba en el campo estaba cantado, y eso pasó al cuarto de hora de la segunda parte.

Y Rodrigo salido a hacer su trabajo como siempre, con la misma intensidad y honradez que el primer día en el que pudo ser el último. Le dio al equipo verticalidad, ideas más claras y profundidad, pero también es cierto que con el Valencia más arriba y estirado, porque pasaban los minutos y se perdía el partido. Con él se ha sido un equipo de primer nivel, con él se ha llegado a un punto álgido ganando la Copa del Rey, y sin él, suponiendo que se termine marchando, se volverán a alcanzar las mismas cotas. Siendo un gran jugador lo estamos elevando a la categoría de genio del fútbol, y aunque él no tenga culpa, se está usando su figura para mucho más que fútbol.