Si un trabajador no está cómodo en su empresa, o acepta lo que hay y sigue, o se marcha

Se está poniendo en un compromiso muy delicado a muchos empleados del club, y eso es algo con lo que se debe tener mucho cuidado

Toni Hernández | 22 AGO. 2019 | 08:00
Mestalla

Si un trabajador de una empresa no está cómodo en ella, tiene unas normas que le parecen injustas y no está de acuerdo con ellas, tiene dos opciones, en el mundo del fútbol y en la vida: o acepta dónde está y se adapta, o coge sus cosas y se marcha a casa. No hay nada malo ni llamativo en ninguna de las dos posturas, ambas muy lícitas, aunque ahora vendrá el ejército de puristas que tienen el fútbol como hobby y su familia come de otros trabajos para sacar a relucir la dignidad con el pan de otros (panda de cobardes, que no tenéis ni idea de lo que habláis y vais dando lecciones como si fuerais maestros en la materia, lamentables). Bien, desahogos al margen, si en el Valencia hay un régimen que no gusta, con el que no se comulga y que no se soporta, o te quedas aceptando las normas, o te vas sin problema ninguno.

Lo que no se soporta, y siempre he odiado a ese perfil de persona, es el que no quiere estar en un sitio, se decida a malmeterme todo el día, a no dejar trabajar, a quejarse de todo, a no hacer nada y a echarle la culpa al que manda por “me putea todos los días”. Si tan mal se está en un sitio que no se puede soportar, que no se puede aguantar y que ahogas, lo mejor por tu salud es recoger los tratos a irte a casa. Se están poniendo en boca de mucha gente pensamientos que quizá no son esos, porque en el Valencia, con dueño en Singapur o sin él, es un privilegio estar. La confianza de Singapur en Alemany, Marcelino o Longoria es total, porque en caso contrario los habría echado a todos. Y al revés lo mismo. Y a nivel personal, sigo pensando que son lo mejor que le ha pasado al Valencia. No juguemos con ciertas cosas.