El fichaje de un gran delantero para el Valencia

Pedir, reclamar y exigir a voz en grito que vengan grandes jugadores está muy bien, pero hace meses se dijo que sin ventas no era posible

Toni Hernández | 21 AGO. 2019 | 23:00
Pablo Longoria

El fichaje de un gran delantero para el Valencia, una estrella, es algo que se exige con una ligereza que sería conveniente analizar. A estas alturas ya tenemos claro que el tema del Fair Play Financiero es un tema que nos da absolutamente igual, del que pasamos olímpicamente, y que la frase mil veces repetida de Mateu Alemany, “para ser mejor equipo cada año hay que vender”, no la tenemos en cuenta. Marcelino no está exigiendo que ese delantero venga ahora si Rodrigo está en la plantilla, porque tiene igual de claro que el director general que sin salidas no pueden haber llegadas, pero pide, como es lógico, que si se va el internacional español de origen brasileño se traiga a alguien de su nivel. Vamos, lo más normal del mundo sin querer entrar en el mundo de la demagogia de todo a 100.

Marcelino quiere entrenar al Valencia, a un gran Valencia, a un Valencia competitivo. Cuando llegó aquí tenía como delanteros al propio Rodrigo, que no quería nadie, a Santi Mina, que estaba en la misma situación, y Simone Zaza, que no lo quería ni él y acabó saliendo un año después. Ha ido moldeando la plantilla a su gusto, por supuesto, y los resultados han sido buenos cambiando fichas, aunque no todas. El club no ha vendido un titular en dos años, algo que el Atlético de Madrid sí ha hecho, por ejemplo, y ha firmado otros jugadores. ¿Otro año sin ventas? Se puede hacer, claro, pero sin compras tampoco. Y un delantero de talla mundial, un crack que se dice, no vendrá… si no hay salidas.