Un punto fatídico que empieza a doler a Marcelino

Con el de la Real Sociedad, son ya cuatro partidos seguidos en los que se encaja un gol de penalti... y encima son siempre claros

Toni Hernández | 19 AGO. 2019 | 07:00
El Valencia encajando un gol

Los penaltis están condenando al Valencia. Alguno puede pensar que son los fallados, el de Gameiro especialmente el pasado sábado en Mestalla ante la Real Sociedad, pero estamos hablando de los que nos pitan en contra, que empiezan a ser muchos, demasiados. Y es que en los cuatro últimos partidos jugados por el equipo, aunque 3 de ellos fueran amistosos, al Valencia se le señalado una pena máxima en contra, que además ha terminado en gol. Ponernos a hablar de que Jasper Cillessen no es un para penaltis como si con eso pudiéramos arreglar el problema resulta absurdo, porque hasta a los especialistas les acaban marcando. El tema está en evitar que eso siga pasando partido tras partido de una forma casi inalterable.

El equipo defiende alto, es decir, lejos de la portería propia, muy al estilo de lo que empezó a implantar Guardiola con el Barcelona hace años (que es ahora mismo lo que intentan todos), pero para que esa forma de defender sea realmente efectiva, tienes que tener el balón mucho más que el contrario, y desde luego, hacerle mucho daño cuando está en tu posesión. El Valencia le dio la pelota a la Real, se fue echando atrasa buscando las contras que este equipo tanto gusta de tener, pero no mató en ninguna a pesar de tener ocasiones más que claras. Si reculas y no sentencias, puedes cometer errores, y cuanto más cerca del área, más duros. Que Parejo no estuviera sobre el campo, alguien capaz de tener el balón y jugador con criterio, también es otro punto clave.