Y ahora a demostrar que somos del Valencia y nos dejamos todos de tonterías

El Valencia empieza una de las Ligas más importantes de los últimos años, porque es la primera vez en mucho tiempo que somos algo más que un equipo que debe estar ahí, y hay una responsabilidad mucho mayor que en las temporadas precedentes. Ya no se es la sorpresa como en la 17/18, ni tampoco valdrá ya meterse en la Champions League de la manera que sea como en la 18/19. El nivel de exigencia, que no de locura, debe ir creciendo cada curso, y en ese sentido, y pensando que al final se tiene mejor plantilla que el año pasado y que se han hecho esfuerzos, bien en forma de fichajes, bien en forma de no cerrar ventas de jugadores vitales, el reto es ese: ser mejores, estar mejor y alcanzar los objetivos con más holgura, incluso pensando en algo más.

El reto, obvio, no es nada fácil, porque se sigue teniendo a 3 equipos muy potentes por delante hasta que el fútbol diga lo contrario. Acortar distancias con ellos es el primer paso, el que se lleva persiguiendo con este 3 años, y el que poco a poco se va alcanzando. Se tiene el mismo toque que ha funcionado, se ha hecho más larga la plantilla y aún deben llegar algunos refuerzos como dijo el director general Mateo Alemany. Si eso pasa, si no hay bajas importantes durante el año, si los futbolistas clave no tienen bajones demasiado largos, el Valencia puede plantar cara a todo el mundo, está capacidad de sobra para quedar entre los 4 primeros, pero habrá que pelear cada partido. Empezando por el de hoy, que se debe ganar como sea, porque esta vez hay más que 3 puntos en juego.