La crisis del Valencia que nunca sucedió: el silencio sospechoso

De domingo a viernes ardía la ciudad, pero justo después parece que todo fue un sueño, que no pasó nada, que la normalidad seguía...

Toni Hernández | 04 AGO. 2019 | 08:00
Anil Murthy

La crisis del Valencia que estuvo a punto de llevarse por delante a Mateo Alemany y a Pablo Longoria como director general y técnico del club respectivamente, directamente no pasó. Desde el domingo por la noche hasta el viernes a mediodía la ciudad ardía, se montaron manifestaciones en la puerta de las oficinas, las redes sociales clamaban contra el dueño del club, nos rasgábamos todos las vestiduras, maldecíamos nuestra suerte, poníamos a parir los fichajes, le estábamos importancia a habernos clasificado para la Champions League el año pasado, colocábamos a Alemany en el Madrid o en el Barcelona, o en La Liga, a Marcelino volviendo a dimitir antes de empezar una temporada, a los jugadores enfadados con el mundo (aunque las caras en cada partido y entrenamiento, dentro de la preocupación, no decían eso ni muchos menos).

Y cuando el club hacía oficial que no pasaba nada, aunque era evidente días antes por mucho que se hubiera querido alargar el problema para destrozar la imagen de Meriton (llevarse al Valencia por delante sigue siendo un daño colateral), era como si nada hubiera pasado, como si volviéramos a ver el último capítulo de Los Serrano, como si todo hubiera sido un sueño, bueno o malo, pero nada real. Nadie hablar de que Lim pasa del club, que es un juguete, que le da igual todo, que Murthy es un títere, que Mateo iba a montar una descomunal en Singapur… Nada, la nada, no ha pasado nada. Se nos ha visto a todos el cartón, el pie del que cojeamos, y eso sólo significa que las escopetas están cargadas hasta la próxima, no lo olvidemos.