El gran año que debe dar la gran esperanza valencianista

Carlos Soler empieza su cuarta temporada como profesional, y está claro que la exigencia va a ser la máxima, la de jugador determinante

Toni Hernández | 26 JUL. 2019 | 08:00
Carlos Soler

Esta temporada 19/20 debe ser “la temporada” de Carlos Soler. Es su cuarto año en el fútbol profesional, el tercero que comienza desde el principio, porque Carlos sube en enero a la primera plantilla con Voro, y está siendo con Marcelino con quien se ha asentado. Con el de L’Alcudia jugó de forma brillante, porque es interior, y en un sistema con 3 por dentro él es mejor. Ya no entramos a valorar si es banda o medio centro, porque la conclusión final es que no es ninguna de las dos cosas, pero es tan bueno y tiene tanta capacidad de adaptación, que ha terminado por consolidar su puesto en uno de los mejores equipos de la Liga en estos dos últimos años, y siendo campeón de Europa sub21 con España, siendo importante aunque no jugara todos los partidos hace unas semanas.

Pero la figura de Soler debe ser mucho más que el debate sobre si debe jugar en un sitio o en otro. Al final, si le pones al lado de Parejo, como ha ocurrido, es una cosa, pero si le pones al lado de Coquelin o Kondogbia, que curiosamente ha pasado mucho menos, ocurren otras. Y es que tener a uno de estos dos “animales” a tu lado ayuda mucho, no nos engañemos. Empieza un año vital en su carrera, porque va a ser exigido, más aún, como una de las estrella del equipo, de los importantes, de los que deben decidir. Es posible que alguno olvide que los dos goles de Carlos el año pasado llegan en las jornadas 37 y 38, cuando el equipo se juega la vida, y que para la historia queda su carrera con Jordi Alba en el 2-0 de la final de Sevilla. Es posible que alguno piense que eso no sea ser decisivo… en cualquier caso, debe hacerlo mucho más. Ese es el reto.