¿Quién nos pensamos que dirige el Valencia, una panda de aficionados?

Alguno debe imaginar que esto es una barra de bar donde cada uno llega y suelta lo que le parece, y luego las cosas buenas pasan por casualidad

Toni Hernández | 19 JUL. 2019 | 07:00
Mateo, Marcelino y Longoria

¿Quién demonios nos creemos que manda en el Valencia? ¿Pensamos acaso que son una panda de aficionados que se reúnen por las tardes a echar la partida y que después de dos cazadlas toman las decisiones? ¿Resulta que todo lo bueno que le está pasando al club y al equipo, dos cosas distintas, es fruto de la mera casualidad? ¿En serio no se merece esta gente que se crea en su trabajo y se lo respetemos porque ha quedado más que claro que su criterio es muy válido para hacer un Valencia grande? ¿Nos estamos volviendo locos u olvidando quién diantres somos de verdad? ¿No ha servido todo lo que hemos podido vivir en el año del Centenario con su gloria y retórica? ¿Tenemos claro qué es ser del Valencia?

¿Tan lejos queda para todos el año 2017 cuando esta entidad era un solar deportivo y Peter Lim trajo a un grupo de profesionales primer nivel para poner orden? ¿Mateo Alemany y Marcelino García Toral son tan malos que todo lo que deciden, todo, se tiene que poner en entredicho y calificarlo como negativo siempre de salida? ¿Nos hemos olvidado la modestia y la humildad y volvemos a ir de “tarzanes” por la vida penando que lo podemos todo y que meamos colonia? ¿Tenemos la más remota idea de qué narices significa la palabra proyecto y que por fin tenemos uno en el Valencia? Si contestamos a todas las preguntas con absoluta sinceridad puede que entonces hayamos avanzado un poco en alguna dirección sensata.