"Nos pasamos la vida queriendo jugadores que quieran estar en el Valencia..."

Rodrigo Moreno puede irse o quedarse, pero si finalmente sigue siendo valencianista merece todos los respetos por muchas cosas

Toni Hernández | 08 JUL. 2019 | 07:00
Rodrigo Moreno

En el Valencia nos pasamos la vida pidiendo a los jugadores que vienen de fuera que sientan los colores, algo que no tiene ningún sentido, porque aquí no se fichan aficionados que animen en las gradas sino profesionales que lo hagan lo mejor que puedan y sepan en el césped, y después, cuando nos salen algunos, algo que de vez en cuando se da, que tienen un alto grado de identificación con el club, no lo sabemos valorar en su justa medida. Rodrigo Moreno es un ejemplo perfecto de lo que acabamos de explicar. Llegó en 2014 a cambio de 30 millones de euros y la operación fue criticada hasta límites extremos porque era demasiado cara, la pura verdad, pero el chaval tampoco tenía la culpa. El jugador se sumió en una espiral negativa, incluso con expulsiones que parecían de tipo desquiciado, y los palos crecieron.

Nunca una mala cara ni un mal gesto, y siempre titular con todos los entrenadores, mejores o peores, y dando la cara en el trabajo diría y en cada encuentro. Con un alto grado de identificación con la entidad, que tocó techo el curso pasado con varias acciones que llegaron al alma de los aficionados. Este año pasado fue duro, mucho, y aunque podíamos esperar más de él, al final resultó decisivo en los momentos clave, marcando goles cuando más lo necesitaba el equipo. Si cara con la Copa del Rey decía muchas cosas. ¿Viene alguien con 70 millones de euros? Hay que venderlo, pero si eso no ocurre y Rodrigo se queda, máximo respeto a un tipo que se lo gana cada día y que aquí es feliz. Y eso no pasa siempre.