El deporte de atizar sin rubor a Marcelino García Toral

El deporte por excelencia del entorno del Valencia empieza a ser, y llama mucho la atención, purgarle fuerte a Marcelino García Toral. Hasta enero lo podría llegar a entender, porque el equipo no estaba dando la talla que se esperaba ey el año del Centenario iba camino de ser una pesadilla, pero después de dos cursos completos, dos clasificaciones para la Champions League y una Copa del Rey, que todo lo que piensa o decide el técnico asturiano esté “bajo sospecha” es algo que a cuesta entender, al menos a quien suscribe. ¿Que quiere jugadores de su cuerda? Por supuesto que sí, como haría yo o cualquiera de nosotros. ¿Que no nos gustan todas sus decisiones? Seguramente, pero quien se juega el tipo es él, lo mismo que el puesto.

El verano suele ser una época muy mala para casi todo lo relacionado con el fútbol, porque la ausencia de partidos siempre genera que esa adrenalina se tenga que liberar de otro modo, y aquí en Valencia lo solemos hacer no estando de acuerdo nunca con la política deportiva del club. Todo nos parece poco, las ventas siempre son malas y las compras muy caras. Nos cuesta mucho poner en contexto nuestra realidad con respecto a la de los demás clubes, y ahora además tenemos un entrenador que, con errores y aciertos, tiene las ideas claras y la confianza y el respaldo de “arriba”. Tanto Mateo Alemany como Peter Lim. Le sacudimos demasiado, y aunque todo es mejorable, se ha ganado tener un poco más de crédito.