El fichaje de un lateral derecho para Marcelino

El fichaje más complicado de la historia reciente del Valencia no es un delantero centro que marque 25 goles al año, que normalmente debería ser lo difícil. Tampoco un organizador del juego que sea el “nuevo Baraja”, que eso ya lo tenemos con Dani Parejo aunque ha costado sacarlo a pleno rendimiento más de lo esperado. El gran “drama” desde hace mucho tiempo ha sido el del lateral derecho. Curro Torres fue el último indiscutible que dio un rendimiento regular u brillante, siendo el titular en las dos ligas ganadas con Rafa Benítez. Después sólo Miguel Brito jugó tanto, pero su calidad se perdía demasiadas veces entre sus kilos de más y sus problemas, muchos, fuera de los terrenos de juego. Y más cigarrillos de la cuenta. Una verdadera pena, esa es la verdad.

Marcelino ha “despachado” a Nacho Vidal y Martín Montoya, y si apuramos hasta a Rubén Vezo, y ha reconvertido a Daniel Wass porque la necesidad agudiza el ingenio, y encima en este caso ha salido bien. Piccini es el perfecto si es capaz de jugar 45 partidos en un año, pero en una temporada con 61 encuentros oficiales, el italiano se ha ido 38 oficiales entre todas las competiciones, 32 como titular. La mitad es poco, muy poco, Y 20 millones de euros de la Juventus de Turín muchos millones, muchos. ¿Hay que venderlo? A ese precio seguro, pero teniendo claro un relevo muy específico y definitivo. En definitiva, terminar con este drama del lateral derecho de una vez por todas.