Cagada del Valencia en Mestalla, se llama así

Era un partido de empate, pero un error final condenó a los de Marcelino, que estuvieron demasiado espesos para lo que había en juego

Toni Hernández | 28 ABR. 2019 | 13:55
Rodrigo Moreno

El Valencia salió con su once de gala para enfrentarse al Eibar, buscando ganar el partido y meter presión al Sevilla y al Getafe. Marcelino no se dejaba nada en el banquillo, pero los primeros minutos de encuentro se echó en falta más mordiente y hambre, porque lo que había en juego lo valía. Lo intentaba el equipo con contras, pero mediada la primera mitad, eran con poca fe y menos acierto. Pero incluso Neto tenía que salvar los muebles en alguna ocasión con las llegadas visitantes. Por momentos, demasiados momentos, el Eibar parecía mejor, y ese contexto de partido no entraba en los planes de nadie. Marcelino incluso parecía fuera de sus casillas, porque los minutos pasaban y la sensación iba a peor, algo que no tenía sentido. Sin ocasiones y con una preocupante sensación en el césped, terminaba la primera parte con empate a cero.

La segunda mitad empezaba sin cambios, pero con el Valencia apretando mucho más arriba y con mucha más intensidad. Dani Parejo aparecía poco, y eso este equipo lo paga cara… y al revés cuando el capitán se pone a jugar. Y de sus botas empezaban a llegar las jugadas de peligro, con Rodrigo llegando en esa posición de media punta que tanto daño hace. En el minuto 55 se marchaba un gris Ferran por Carlos Soler. Más intensidad con calidad sobre el verde. Pero después de varios minutos de nada, Gameiro podía hacer dos goles en dos acciones seguidas, pero el punto de mira del galo no estaba fino. A falta de 20 minutos para el final se volvió a equilibrar el partido, pero con los locales mucho más en campo contrario. A falta de 15 minutos, se marchaba Coquelin y entraba Sobrino, para darle más velocidad y mordiente, metiendo a Soler en medio. Se hicieron más cambios, se pudo hacer el 1-0 en un fallo increíble de Santi Mina, pero al final, un error atrás condenó a un equipo que se queda, ahora sí, muy lejos de la cuarta plaza. El gol de Charles nos mata.