Los extremismos que no ayudan al Valencia CF

Opinión/ Ha bastado solo una derrota para que vuelvan las dudas y enfrentamientos entre parte de la afición, hace falta calma y tener perspectiva

Jose Hernández | 08 ABR. 2019 | 07:55
Rodrigo Moreno

El fin de semana no ha podido ser peor para el Valencia, se esperaba que el equipo pudiera cerrar una semana mágica conquistando los tres puntos en Vallecas, pero la derrota y resultados desfavorables de los rivales han creado pesimismo. A todo ello hay que sumar la baja de Kondogbia y el hecho de que los de Marcelino se han alejado de la cuarta plaza. Ha bastado solo una derrota para que vuelvan a escena las guerras y los cruces de opiniones entre aficionados, al menos por lo que se puede palpar por redes sociales. Y no hablamos solo de aquellos que están poniendo en el disparadero a Marcelino y a varios jugadores, sino también de los defensores a ultranza del técnico asturiano que no son capaces de aceptar la crítica constructiva. Afirmar que alguien que critica aspectos del juego desplegado el sábado es "un mal valencianista" o que estaba esperando la primera derrota para saltar a la palestra es un tanto exagerado.

De la misma forma, no parece razonable pensar que el equipo está hundido o no tiene posibilidades de cerrar la temporada a lo grande. Nada está perdido y por supuesto las guerras exageradas entre aficionados y periodistas no hacen bien al equipo. Estamos viviendo el año de las rencillas. Los defensores de Marcelino más radicales se han pasado las últimas semanas pasando factura a aquellos que creían que un cambio en diciembre podía ser una solución. El tiempo ha dado la razón a Mateo Alemany, pero está claro que el debate era necesario debido a la preocupante situación que vivía el equipo. Además, no es ningún secreto que el entrenador asturiano estuvo muy cerca de ser destituido aunque pudo salvar la situación, algo poco habitual en la mayoría de clubes en este tipo de escenarios. Por tanto, es momento de apoyar al equipo y no de sacar pecho ante otros aficionados cuando un resultado puntual da la razón a una opinión personal del pasado.