La base de un Valencia que ya no renuncia a nada

El Valencia empieza a ser un equipo temido en el fútbol nacional, los de Marcelino siguen creciendo y demostrando en cada partido que son un conjunto muy difícil de ganar. A estas alturas de la temporada la recuperación ya es una realidad y son 17 los encuentros en los que no se ha perdido. El Valencia de Marcelino tiene sello propio: defensa incansable y veloz contragolpe. La seguridad de los centrales recuerda a épocas pasadas, cuando el Valencia conservaba el botín de sus partidos con mucho trabajo y solidaridad. Cada jugador sabe de la importancia de su papel y no existe la desincronización de la pasada campaña, incluso se ha mejorado mucho a la hora de defender centros laterales y jugadas a balón parado. Tan solo se puede achacar los errores de cara a portería y en la toma de decisiones antes del último pase, porque el equipo vuelve a ser capaz de plantarse en el área contraria con solo 3/4 pases.

La velocidad de la pareja Gameiro-Rodrigo es capaz de generar muchas ocasiones, si a ello unimos la inspiración de Guedes, el equipo tiene potencial para hacer mucho daño. Hay que seguir trabajando para mejorar en la faceta ofensiva pero este equipo ya tiene mucho camino recorrido. En lo táctico es un grupo muy potente y sólido que a día de hoy puede ganar a cualquiera. Por fin Marcelino ha podido quitarse la espina de ganar a un grande en el banquillo de Mestalla y lo mejor es que el Valencia va a más.