Los partidos que convierten jugadores en iconos

Hoy se puede hacer un poco más de historia dentro de un año que puede ser memorable, y eso ya debería ser suficiente aliciente

Toni Hernández | 31 MAR. 2019 | 07:01
Rubén Baraja

Hay partidos, en este caso del Valencia, que convierten a los jugadores en iconos, y a los momentos en gloriosos por los siglos de los siglos. El gol de Forment en el 71, los tantos de Baraja contra el Espanyol en 2002, el gol de Ayala en La Rosaleda, aquel partido contra el Betis en 2004 que dejaba el título a título de victoria en el Sánchez Pizjuán, ese gol también del Pipo que mataba el partido… Hablamos sólo de la Liga, pero esos momentos son eternos, quedan en la memoria de todos, y son protagonizados por futbolistas que en ese momento pasan al Olimpo de los aficionados. Hoy el Valencia no se juega un título, aunque volverá a esta ciudad a por uno en dos meses, pero todo lo que pase desde ahora y hasta el final de año va a dejar huella.

Ganar un partido con esta camiseta es algo muy grande, debe serlo en cada encuentro, pero quedan dos meses en los que se puede terminar escribiendo una de las historias más memorables de los 100 años de historia de la entidad. Ahora mismo se puede quedar cuarto en la Liga y volver a la Champions League, ganar la Copa del Rey y se está muy vivo en la Europa League. Hay que soñar siempre en grande, nunca en pequeño, y si todo se consiguiera de aquí a mayo, que es muy complicado, el Centenario sería para no olvidar jamás por todo lo bueno que hemos vivido. Y estos jugadores entrarían en la historia de esta gran club.