Un día histórico para el Valencia

Poder viajar al pasado para poder disfrutar de nuevo de los goles de Kempes en la final del 79 contra el Madrid, el sombrero de Mendieta en Sevilla, las carreras del Piojo, la maestría de Baraja (te echaremos de menos querido amigo), el salto de Ayala, las paradas de Cañizares (a ti también te echaremos de menos)… eso es lo que nos permite un día como este. El mejor Valencia de todos los tiempos, aquel que se terminó en Mónaco con la Súpercopa de Europa y Claudio Ranieri en el banquillo, como hoy, queda lejos. Y más aún el que volvió a Primera (mi generación tiene ese recuerdo como el primer gran logro), y más aún el de Mario, Arias, Carrete y compañía de finales de los 70. Verlos de nuevo, rendirles honores, aplaudirles, incluso soltar alguna lágrima al verlos, eso es vivir un día histórico.

Dentro de muchos años, cuando los más pequeños crezcan, este día formará parte de su memoria selectiva seguro. Y la de los mayores también. Que se quedara una sola entrada por vender sería una pena, un sacrilegio si se me permite, porque es algo que jamás en la vida volverá a ocurrir. Es una jornada para ir como la “cámara buena” y el corazón a prueba de bombas, porque las emociones estarán a flor de piel, y conforme vayan desfilando los protagonistas mucho más. No os quedéis en casa, no lo veáis por la tele, que no vale la pena. Coged a vuestros hijos, sobrinos, primos o nietos, una chaqueta y la merienda, que hacer historia no se consigue todos los días.