Un Valencia con el destino marcado

La grandeza de esta entidad, que sigue llamada a grandes gestas en las décadas venideras, está por encima de situaciones puntuales, como ha quedado claro

Toni Hernández | 22 MAR. 2019 | 00:01
Marcha Cívica del Centenario

El Valencia tiene su destino marcado, eso es algo con lo que nadie puede estar en desacuerdo. Y es así porque lo hemos podido comprobar estos días, donde quizá se han vivido los momentos de valencianismo más efervescente de todos los tiempos sin haber un gran partido de por medio o una elecciones a presidente o una venta de la entidad, que de todo hemos tenido. Ha sido valencianismo en vena, sin aditivos ni colorantes ni conservantes, en carne viva, con la gente siendo la dueña de su club otra vez casi 30 años más tarde de las bastardas sociedades anónimas deportivas que vinieron a pudrir este deporte. Que se está por encima de todo es algo que ha quedado latente, y aunque muchos ahora se vanaglorian por ello, también lo pusieron en duda no hace tanto.

Nadie sabe cómo estará el Valencia dentro de 10 años, porque es algo imposible de prever, y sino veamos cómo era este club en 2009. Soler acababa de salir por la puerta falsa, Villalonga había entrado y salido, Soriano estuvo a punto de llevarlo a la ruina y Llorente volvía unos años después. Casi me da un pasmo escribiendo esto, pero es que así son las cosas. Mientras la llama esté viva y los que nos dirijan no sean u animal mitológico (mitad perro, mitad burro), nuestro destino será ser grandes, que nadie lo dude.