Hablemos claro: si queremos Champions no podemos ca... fallar

Si el Valencia quiere jugar la Champions League el año que viene, vía Liga, no puede meter la pata (iba a escribir cagarla, que es más lo que quiero decir, pero mejor no…). Y es que todo lo vivido hasta el momento, en un año del Centenario que es para escribir dos libros, uno conmemorativo y otro para contar estos 12 meses con calma, no valdrá de nada si se falla en el momento clave. Se ha llegado vivos a él, que ya es un mérito terrible porque no era nada fácil, y si nos remontamos a aquello gol de Piccini contra el Huesca en el último partido de 2018, más aún. Se está haciendo una segunda vuelta mucho mejor que la primera (que tampoco era complicado), pero es que si se termina de coger velocidad de crucero se puede parecer a lo hecho el año pasado en la primera mitad del curso, y eso es Champions seguro.

Por eso hoy no se puede especular, ni ser contemplativo, ni indolente. Se debe ser el Valencia que sale a los campos a ganar, a disfrutar, a ser dueño del encuentro y manejar los tiempos, porque ese equipo existe, lo hemos visto varias veces este año, y cuando surge no se le puede ganar, es imposible. Y si los importantes del equipo están a su nivel, y de momento lo están siendo en este tramo decisivo de la temporada, y los “currantes” siguen a los suyo, los de Marcelino deben volverse a casa con otros 3 puntos, preparar la vuelta en Krasnodar con calma, y el duelo del domingo contra el Getafe con toda la ilusión del mundo.