Encuentra las 7 millones de diferencias...

El fútbol es negocio, sin duda, pero por encima de todo deporte y sentimiento, y eso hay veces que se aprecia de forma clara

Toni Hernández | 02 MAR. 2019 | 16:59
7 millones de diferencias

“Las 7 millones de diferencias entre el Valencia y el Barcelona”. La final de Copa del Rey, de alguna manera, ya ha empezado, y aunque sea de forma sibilina y con golpes de genialidad, eso es un hecho. El sentimiento es algo en lo que se basa el fútbol, lo que lo hace grande, distinto, especial. Ser de un equipo, por encima de todo, esa fidelización, esa etiqueta de “incondicional” (es decir, sin condiciones, siempre, se gane o se pierda), es lo que da a los clubes un recorrido, un poso, una esencia. Disfrutar de cada victoria, de cada triunfo, saborearlo, paladearlo, sentirlo en cada matiz, genera identificación, pertenencia. Cuando tu equipo marca un gol que vale una final, tu sólo puedes gritar, aplaudir, disfrutar, llorar.

Este tuit, por otra parte genial y que define el fútbol clásico respecto al moderno, viene a ser el pistoletazo de salida de la final de la Copa del Rey del próximo 25 de mayo. Ese día habrá 22 jugadores sobre el césped y 55.000 espectadores en las gradas, en teoría 23.000 de cada lado. Y sin menospreciar a los culés que vayan al partido, que seguro que sienten a su club por encima de todo, los valencianistas que vayamos no queremos grabar nada en el móvil, sino en la retina, en la memoria, con la persona con la que vayamos o con nosotros mismos. Las 7 millones de diferencias que nos hacen especiales.