Quien no acuda a Mestalla a animar hasta morir, pase lo que pase, que se quede en casa

Como dijo Marcelino, habrá momentos en que se pase mal, y ahí será donde el factor campo será el que pueda desequilibrar la balanza a favor local

Toni Hernández | 28 FEB. 2019 | 07:00
Rodrigo Moreno

Manual del seguidor del Valencia que vaya a acudir a Mestalla para ver el partido contra el Betis. La primera norma, que no se puede saltar bajo ningún pretexto dejar de animar con toda el alma lo que dure el partido, ya sean 90 minutos, o si pasa algo muy extraño, incluso los 30 extras de la prórroga que se podría dar en caso de terminar empate a 2 nuevamente. Eso no se puede negociar, porque llegar a una final no es un camino de rosas, y el Betis no va a venir de paseo, que si para nosotros es una oportunidad histórica, para ellos también, y saben que ganando el partido 0-1 pueden meterse.

Muchas actitudes que son demasiado frecuentes en Mestalla, como la falta de paciencia con determinados jugadores, deben quedarse en casa, aunque sólo sea por una noche. Y es que si, por ejemplo, sale Guedes y no acierta con los dos primeros uno contra uno, lo que toca es seguir aplaudiendo y animando, porque le puede salir a la tercera. El día del Celtic se apreciaron demasiados nervios respecto a eso. Y también otra cosa innegociable: juegue quien juegue, apoyo absoluto, nada de “run run” en le estadio cuando uno u otro jugador la tenga, porque los que salten al verde son los mejores. Estamos a las puertas de una final, y aunque ya haga mucho tiempo de la última, todos sabemos que esto es lo que debemos hacer. Que el premio puede ser muy grande y la noche mágica como hacía mucho tiempo.