Valencia CF, ¿novenos por mala suerte?

Opinión/ Marcelino insiste en su discurso. Según el técnico el Valencia juega un fútbol casi perfecto y solo la mala suerte evitó que esté arriba en la tabla

Jose Hernández | 19 FEB. 2019 | 08:01
Gayà y Marcelino

El Valencia ha visto frenada su trayectoria ascendente en La Liga con los dos últimos tropiezos en Mestalla, el discurso de Marcelino volvió a ser el mismo que ha mantenido durante toda la temporada, para el técnico el único problema del equipo es que las ocasiones no entran. Se pueden entender algunas de las matizaciones del entrenador del Valencia, pero otras son difícilmente sostenibles. Desde el comienzo de La Liga el equipo ha sido muy irregular y no pudo sacar adelante la mayoría de sus partidos, los problemas y la falta de gol se han alargado en el tiempo y a veces han faltado alternativas y soluciones. Se fallan ocasiones, es cierto, aunque no tantas opciones claras como Marcelino defiende. Por supuesto, algunos de los encuentros en los que no se sumó se pudieron ganar, pero otros también estuvieron cerca de perderse y por supuesto el nivel ofrecido en Champions fue discreto.

Da la sensación de que el guión de los partidos del Valencia se repite, los rivales han cogido la matrícula y el equipo es muy previsible, sin capacidad para ofrecer cosas nuevas cuando los encuentros se atascan, ¿es eso mala suerte? Tampoco se puede hablar de mal fario si tenemos en cuenta el camino del Valencia hasta las semifinales de copa, de momento el conjunto de Marcelino ha vivido entre el cuadro más fácil del torneo y no se ha tenido que enfrentar a ningún poderoso, esto también ha influido a la hora de remontar el vuelo en el último mes.

Hay que valorar la capacidad de los jugadores para levantar partidos en el último suspiro, pero si seguimos la teoría de Marcelino también podríamos hablar del azar para explicar las remontadas. Además al Valencia le está salvando la igualdad de la liga ya que con la puntuación actual el equipo estaría a 14 puntos del cuarto el pasado año, habría dicho adiós a la Champions. La mala suerte no puede ser nunca un argumento de peso cuando las dinámicas y problemas se repiten tantas veces y durante tanto tiempo.