El Valencia le pega una patada a la puerta de la final de Copa

El equipo estuvo muy bien, estaba recibiendo un castigo excesivo, y al final se trae un resultado que vale su peso en oro

Toni Hernández | 07 FEB. 2019 | 22:46
El Valencia celebrando un gol

El Valencia salió a jugar el partido más importante del año, hasta ahora, con un once que podemos considerar de gala, incluyendo a Jaume como portero. El Betis empezó con problemas, por la lesión de Marc Bartra, y eso era una contingencia que se debía aprovechar, porque Setién, sin salida de balón, es menos. El Valencia, mediada la primera parte, había encontrado el camino a la portería contraria: por la banda de Carlos Soler, que entraba sin problemas hasta la cocina y llevando mucho peligro. Rodrigo pudo hacer el 0-1 tras una gran jugada del canterano, y en el córner posterior la ocasión era de Santi Mina. Pero le metías el miedo en el cuerpo al rival. El Betis también se estiraba, basando su juego en Canales, y el ex del Valencia le ponía un balón de oro a otro ex, Guardado, y su remate se iba fuera por poco. A partir de esa jugaba ambos equipos se tomaron un descanso. Pero en una jugada absurda y aislada, un córner que pone Canales al segundo palo y Sidney hacía la dejada para que Loren marcara el 1-0. Jarro de agua fría para terminar el primer periodo.

Había que salir a marcar como fuera, y eso fue lo que hizo el Valencia. Y en los 5 primeros minutos tuvo dos clarísimas ocasiones para hacerlo. Pero de nuevo en otro córner, vía VAR, el Betis hacía el segundo, que era un castigo más que excesivo, y ahora con mucho más motivo, había que ir a marcar como fuera. Entraban al campo Kondogbia y Gameiro para intentado, y faltaba más de media hora para terminar. En el minuto 69, una gran jugada del equipo terminaba con un gran pase de Gameiro, otro, y el tanto de Denis Cheryshev. Era justo, y corto, y todavía quedaba tiempo y partido. Pasaban los minutos y ambos parecía que reservaban fuerzas para el final del choque, sobre todo intentando no arriesgar más de la cuenta. Eso sí, Gameiro, que volvió a estar perfecto, se inventaba una jugada genial que Cheryshev mandaba al larguero. Ahí estaba el 2-2, que el equipo merecía por todo… que al final llegó, de una forma brillante, con una jugada genial, y con tipo, Kevin Gameiro, que se convertía en el héroe de la noche. El Valencia, ahora mismo, es finalista, pero Mestalla debe sentenciar.