No Parejo, no party

No Parejo, no party, así parece este Valencia cuando el capitán del equipo no está a un nivel sobresaliente. Y eso es algo que no puede dar todos y cada uno de los partidos, en otras cosas porque Parejo lo acaba jugando siempre todo y nunca es el día para que pueda tomarse un respiro. El Valencia tuvo muchos buenos minutos en el Benito Villamarín, para no tener un resultado adversos, pero Parejo tuvo momentos en los que se veía superado por sus rivales, con esa sensación de que fisicamente eran superiores a él. El partido de Coquelin no estaba ayudando tampoco demasiado, y la salida de Kondogbia le dio un aire que le estaba faltando por todos lados, aunque seguía dando cierta sensación de fatiga, de cansancio mental, de falta de ideas y de frescura, algo básico para su juego.

Nada que reprochar al Parejo, absolutamente nada, porque más compromiso no se le puede pedir, pero hay algo que se debe anotar para el futuro, y es que el cerebro del equipo debe tener alguien dentro de la plantilla que sea capaz de suplirlo, porque siempre no va a estar, y cuando esté, no siempre va a hacerlo de forma brillante. Eso sí, cuando Kondogbia esté a pleno nivel físico, esto va a ser una cosa muy distinta, y el que más lo va a agradecer, de largo, será el jugador de Coslada. Este año Parejo se lleva elogios hasta cuando no está bien, porque cuando alguien lo da todo, no se le puede pedir más.