La historia de un jugador del Valencia que merece ser contada una y otra vez

El Valencia tiene un jugador dentro de su plantilla que cuando está en el verde rinde, aunque algunos lo critiquen a veces de una forma descarnada y cruel, y que cuando es suplente hace que los demás, en este caso su compañero de puesto, sean muchos mejores. Y es que Jaume Domènech exige a unos niveles que sólo los grandes pueden soportar, y si Neto Murara es ahora uno de los mejores porteros de la Liga, y de Europa, además de por su incuestionable calidad (algo que no estaba tan claro por parte de alguien parabólico cuando vino) es porque el Gato de Almenara le exige cada día, en cada entrenamiento, y eso es algo que los profesionales de este deporte valoran de una forma extraordinaria. Tener dos buenos porteros es algo que vale oro, y en el Valencia lo hemos visto muchas veces, pero siempre hay que juega más que el otro, esto es así.

Podrá estar más o menos acertado en acciones puntuales en cada partido, pero cuando alguien le ha dado la confianza de poder jugar de forma continúa, y esto sólo pasó con Nuno en la temporada 15/16, y luego un poco más que Gary Neville, fue nombrado el tercer mejor portero de la primera vuelta de aquella campaña, por detrás de Bravo, encantes en el Barcelona, y un tal Oblak, del Atlético de Madrid. ¿Estoy diciendo que tiene que ser titular? Si me lo preguntaran así lo haría, porque además es mi amigo, pero no, sólo digo que valoramos a un tipo como él en un club como este.